jueves, 26 de mayo de 2011


Ya todo el mundo sabe, llevo sal en la piel.
De un soplo tiro abajo la paz y el anaquel.
Y aún creo que la dicha un buen día acaricié,
La tarde en que he besado sus labios de café.
La negra es una suerte de brebaje especial.
Un sorbo de su ombligo liquida tu aflicción.
Su andar produce estragos en toda la afición.
Mirada empetrolada que apacigua mi ansiedad.
La negra es un candombe, un reggae dub, un carnaval.
La negra es un feriado, viernes santo, manantial.
Mi cindor, mis facturas, mis bizcochos y mi pan.
Mi música, mi letra, mi guitarra y mi cantar.
Mi vida, un poco muerta, ha revivido por  su afán
De dar con mi desgracia arremetiendo su crueldad. La        cama que abriguemos, y no importa sea cual, será el sitio donde siempre habremos de despegar. Poder volar   más  alto es imposible de verdad. No existe quien pudiera emprenderme a un viaje astral, Como hace mi         negrita desvistiendo un corazón, que me ubica en los adentros del vestíbulo del Sol.

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