domingo, 3 de julio de 2011

Ya sufriste cosas mejores que éstas 
y vas a andar esta ruta, hoy, 
cuando anochezca. 
Tu esqueleto te trajo hasta aquí 
con un cuerpo hambriento, veloz 
y aquí ¡Gracias a dios! 
uno no cree en lo que oye. 

Angel de la soledad 
y de la desolación 
preso de tu ilusión vas a bailar, 
a bailar, bailar. 

Es tan simple, así 
(no podés elegir) 
Claro que no siempre, ves? 
resulta bien 
Atado con doble cordel 
(el de simular), 
no querés girar maniatado, 
querés faulear 
y arremolinar. 
Medís tu acrobacia y saltás. 
Tu secreto es: 
-La suerte del principiante 
no puede fallar.- 

Alguna vez, quizá, se te va la mano 
y las llamas en pena invaden tu cuerpo 

y caés en manos del Angel de la Soledad 
y él ¡Gracias a dios! 
tampoco cree en lo que oye. 


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